En este artículo sobre los mejores procesadores para 2023, te guiaremos para escoger la mejor CPU, ya sea de Intel o AMD.
Queremos ayudarte a tomar una decisión sobre esta importante pieza de hardware para tu equipo. Los procesadores son el cerebro de tu ordenador y determinan su rendimiento en aplicaciones y juegos.
Tanto Intel como AMD ofrecen opciones destacadas, pero existen diferencias significativas entre ambas marcas. Si bien muchos procesadores modernos son adecuados para tareas diarias, si buscas multitarea intensiva, edición de vídeo, juegos exigentes o streaming, necesitarás algo más potente.
En esta guía, desglosaremos lo mejor de lo mejor, evaluaremos sus fortalezas y debilidades, y te ayudaremos a encontrar el procesador adecuado para tus necesidades y presupuesto.
Información a tener en cuenta para de elegir una CPU
Número de núcleos e hilos
Los núcleos de un procesador definen el número de unidades de procesamiento central independientes que tiene el chip. Actualmente, es común encontrar procesadores con 2, 4, 6, 8, 10, 12, 16, 20 núcleos o más en el mercado de consumo. Además del número de núcleos, también es importante considerar los hilos, ya que estos permiten ejecutar múltiples tareas simultáneamente y mejorar el rendimiento en aplicaciones que aprovechan el calculo en paralelo.
Velocidad y Turbo Boost
La frecuencia de trabajo es otro dato importante a tener en cuenta. Se refiere a la velocidad de apertura y cierre de los transistores del procesador. Sin embargo, no es el único factor determinante del rendimiento, ya que el IPC (instrucciones por ciclo de reloj) también juega un papel importante. Además, muchos procesadores modernos tienen la capacidad de aumentar temporalmente su velocidad de reloj mediante la tecnología Turbo Boost, lo que proporciona un impulso adicional de rendimiento cuando es necesario.
Memoria caché
La memoria caché es una memoria de acceso rápido que almacena datos utilizados con frecuencia por el procesador. Una memoria caché más grande y rápida puede mejorar el rendimiento al reducir los tiempos de acceso a los datos. Los procesadores suelen tener diferentes niveles de caché, como caché L1, L2 y L3, y estos niveles varían en tamaño y velocidad.
TDP (Thermal Design Power)
El TDP es una medida de la cantidad máxima de calor que el sistema de enfriamiento de la CPU debe ser capaz de disipar. Es importante tener en cuenta el TDP de un procesador, ya que afecta el consumo de energía y la generación de calor. Un TDP más alto generalmente indica un procesador más potente, pero también puede requerir una mejor refrigeración.
Socket
El socket se refiere al tipo de conexión física que utiliza el procesador para conectarse a la placa base. Es esencial asegurarse de que el socket del procesador sea compatible con el socket de la placa base en la que se va a instalar. Los diferentes fabricantes de procesadores suelen utilizar diferentes sockets, por lo que es importante verificar la compatibilidad antes de realizar una compra.
Gráfica integrada
son una opción común en muchos procesadores y ofrecen un rendimiento adecuado para tareas diarias y aplicaciones menos exigentes en términos de rendimiento gráfico. Si bien los gráficos integrados son adecuados para tareas cotidianas y aplicaciones menos exigentes, si buscas un rendimiento gráfico más avanzado, como jugar videojuegos intensivos o trabajar con aplicaciones de diseño gráfico o edición de video, es posible que desees considerar una tarjeta gráfica dedicada. La elección entre gráficos integrados y dedicados depende del uso específico que le darás a tu PC
CPU desbloqueada u overclockeable
El overclocking es una práctica que permite aumentar el rendimiento de la CPU o VGA. Sin embargo, no todas las CPUs se pueden overclockear. Algunos procesadores vienen bloqueados de fábrica y no permiten realizar este tipo de ajustes, mientras que otros, como los procesadores desbloqueados “K” de Intel, están diseñados específicamente para facilitar el overclocking.
La principal diferencia entre los procesadores desbloqueados “K” y los no desbloqueados es que los primeros ofrecen la posibilidad de ajustar la frecuencia del reloj y otros parámetros relacionados, como el voltaje, lo que permite obtener un mayor rendimiento. Por otro lado, los procesadores no desbloqueados tienen sus frecuencias fijas y no permiten realizar cambios significativos en su rendimiento.
Es importante tener en cuenta que realizar overclock a la CPU puede tener algunas implicaciones como:
Al aumentar la frecuencia del reloj, es posible que sea necesario aumentar el voltaje suministrado al procesador. Esto puede resultar en un aumento de la temperatura y un mayor consumo de energía. Por lo tanto, es fundamental contar con una buena refrigeración y una fuente de alimentación adecuada para garantizar la estabilidad del sistema.
Además, no todos los chipsets de placas base admiten el overclock. Es necesario elegir cuidadosamente el modelo de placa base para una CPU overclockeable. Los VRM (módulos reguladores de voltaje) desempeñan un papel crucial en el overclocking, ya que se encargan de suministrar la energía necesaria al procesador. Es importante asegurarse de que la placa base tenga un buen diseño de VRM y una configuración adecuada para soportar el aumento de la frecuencia del reloj.
Elegir el mejor chipset para tu CPU
Un chipset es un componente clave en una placa base, este determina las características y funcionalidades disponibles para una CPU. A continuación, se presentará información sobre los chipsets recomendados para diferentes tipos de CPUs de consumo, tanto para AMD como para Intel.
Es fundamental asegurar la plena compatibilidad de tu CPU con el chipset que integra tu placa base para evitar problemas.
Chipsets para AMD
Serie A: Los chipsets actuales recomendados para CPUs Athlon son los de la serie A. Estos chipsets brindan soporte y compatibilidad adecuada para los procesadores Athlon de AMD. Proporcionan características esenciales y un rendimiento estable para satisfacer las necesidades de los usuarios de gama baja. Algunos de los chipsets actuales en la serie A son el A520 y el A320
Serie B: Para CPUs AMD Ryzen de gama media y serie G, se recomiendan los chipsets de la serie B. Estos chipsets ofrecen una mayor capacidad de overclocking, soporte para múltiples tarjetas gráficas, puertos USB adicionales y características avanzadas de conectividad. Algunos ejemplos de chipsets de la serie B son B650/B650E, B550 y B450
Serie X: Los procesadores de gama alta de AMD se benefician de los chipsets de la serie X. Estos chipsets ofrecen características avanzadas como mayor capacidad de overclocking, puertos USB adicionales y mayor ancho de banda PCIe. Los ejemplos de chipsets de la serie X incluyen X570, X670 y similares.
Chipsets para Intel
Serie H (H610): Los procesadores Intel Pentium o Celeron se pueden emparejar con el chipset de la serie H, específicamente el H610. Estos chipsets proporcionan características esenciales para sistemas de gama baja, como conectividad básica, puertos USB, soporte de almacenamiento y funciones básicas de overclocking [1].
Serie B o H superiores: Para los procesadores Intel Core i3, i5 e i7 bloqueados, se recomiendan los chipsets de la serie B o H. Estos chipsets ofrecen una amplia gama de características respecto a los H610 basicos, mayor cantidad de puertos USB y opciones de conectividad mejoradas, soporte DDR5 y PCI-Ex 4.0. Algunos ejemplos de chipsets de la serie B o H superiores son B560, H570 y H590
Serie Z: Para procesadores Intel Core i5, i7 e i9 desbloqueados con variantes K, KF y KS, se recomienda el chipset de la serie Z. Estos chipsets ofrecen características avanzadas de overclocking, mayor cantidad de puertos USB, mejores VRMs, más carriles PCIe para una mayor capacidad de expansión. Ejemplos de chipsets de la serie Z incluyen Z690 y Z790.
Disipador por aire o refrigeración líquida
La elección de un método de refrigeración adecuado es crucial para mantener una temperatura óptima en nuestro ordenador. Cuando se trata de refrigeración, existen tres opciones: el disipador de stock, el disipador por aire más avanzado y la refrigeración líquida.
Disipador de stock
Es una buena opción para soluciones de gama baja, ideal para procesadores Celeron, Athlon, o incluso i3 o Ryzen 3. Estos disipadores vienen incluidos con los procesadores y son suficientes para un uso básico.
Disipador por aire avanzado
ofrece la mejor relación calidad-precio. Hay modelos de alta gama que pueden soportar overclocking al procesador y ofrecen un rendimiento eficiente. Es importante conocer el TDP máximo que admite el disipador para asegurarnos de que se ajuste a nuestras necesidades.
Refrigeración líquida
Se divide en dos tipos: AIO (All-in-One) y refrigeración líquida custom.
Los sistemas AIO son fáciles de instalar, ya que vienen preensamblados y listos para usar. Utilizan un líquido refrigerante que se bombea desde un bloque situado sobre la CPU hacia un radiador que enfría el líquido con la ayuda de ventiladores.
Los sistemas RL custom son más sofisticados y personalizables, pero también más caros y difíciles de montar y mantener.
En cuanto a la refrigeración líquida, es importante tener en cuenta el tamaño del radiador, la bomba, el bloque y los tipos de tubos utilizados. Los radiadores vienen en diferentes tamaños, como 120 mm, 240 mm y 360 mm, y su elección depende de la compatibilidad de la caja y del nivel de refrigeración necesario. Los sistemas de refrigeración líquida ofrecen un rendimiento superior al de los disipadores por aire y suelen ser más silenciosos debido a la capacidad de disipación de calor que ofrecen.
En resumen, elegir el método de refrigeración adecuado depende de nuestras necesidades y presupuesto. Los disipadores de stock son adecuados para soluciones de gama baja, mientras que los disipadores por aire ofrecen una buena relación calidad-precio. La refrigeración líquida, tanto AIO como custom, brinda un rendimiento superior, pero con un mayor costo y complejidad en el caso de los sistemas custom. Es importante evaluar las características de cada opción y elegir la que mejor se adapte a nuestras necesidades.
Consejos de compra para tu procesador
Intel o AMD
Ambas opciones son buenas. Tanto Intel como AMD ofrecen procesadores de alto rendimiento. La elección entre ellos dependerá de tus necesidades específicas y preferencias personales.
Frecuencia y núcleos
Si tu principal objetivo es gaming, busca procesadores con mayor frecuencia, ya que esto ayuda a obtener un mejor rendimiento en juegos. Por otro lado, si tienes la intención de realizar multitarea o utilizar aplicaciones pesadas, es recomendable optar por procesadores con más núcleos, ya que brindan un mejor rendimiento en tareas que requieren un mayor poder de procesamiento.
Equilibrio presupuestario
Es importante buscar un equilibrio entre el presupuesto y el rendimiento que necesitas. No es necesario instalar un procesador de gama alta en una placa base barata, ya que esto puede generar problemas de compatibilidad o limitar el rendimiento general del sistema. Asegúrate de invertir en una combinación adecuada de procesador y placa base que se ajuste a tus necesidades y presupuesto.
Overclocking
Si tienes la intención de realizar overclocking debes considerar esta función al elegir tu procesador. Algunos procesadores están diseñados específicamente para el overclocking y pueden ofrecer un mayor potencial de rendimiento, pero también pueden ser más costosos. Si no tienes planes de realizar overclocking, puedes ahorrar dinero optando por un procesador estándar.
Generaciones anteriores
No descartes los procesadores de generaciones anteriores. A menudo, los procesadores más recientes suelen ser más caros, pero los modelos anteriores aún pueden brindar un rendimiento excelente a un precio más asequible. Al mirar los precios de generaciones anteriores, puedes encontrar opciones que te permitan ahorrar dinero sin comprometer demasiado el rendimiento. Ten en cuenta que es importante verificar la compatibilidad con la placa base al elegir un procesador de generación anterior.
Mejores procesadores gama alta
Aquí tenemos la gama alta de procesadores, lo más top del mercado de consumo, destinada a la mayoría de la población, con procesadores extremadamente potentes. En esta categoría destacan los Intel Raptor Lake-S de 13ª generación y los AMD Ryzen Zen 4 de 5 nm. Estos procesadores cuentan con entre 8 y 16 núcleos, lo que incrementa significativamente su rendimiento gracias a su alto IPC, haciéndolos ideales para tareas multitarea, renderizado y gaming.
La mejor CPU de Intel, llega con un total de 8 núcleos P-core y 16 núcleos E-core, duplicando la cantidad de estos últimos en comparación con el 12900K. Actualmente, es el procesador más potente en la categoría de consumo general, seguido de cerca por el Ryzen 9 7950X3D. La combinación de núcleos lo convierte en una opción de primer nivel para gaming y perfecta para multitarea.
En un procesador de gama alta, no tiene mucho sentido tener gráficos integrados. Por lo tanto, si quieres ahorrar algunos euros y vas a tener una tarjeta gráfica dedicada, te recomendamos optar por las versiones de procesadores “KF” como por ejemplo el Intel i9-13900KS
[table id=19 /]Las altas frecuencias de estos procesadores, implican un consumo y generación de calor elevados, lo que requiere disipadores de calor muy potentes. Incluso con estos disipadores, la temperatura puede superar los 90ºC, por lo que un buen sistema de refrigeración y una fuente de alimentación adecuada son elementos clave.
Mejores procesadores gama media-alta
En esta sección, presentamos modelos que, aunque tienen un rendimiento inferior a los mencionados anteriormente, ofrecen un gran rendimiento para montar pcs gaming o workstations de alto rendimiento a un mejor precio. Si tu presupuesto no es casi ilimitado y deseas tener un equipo capaz de ejecutar todos sin problemas, estos procesadores son una opción ideal.
Destacamos el procesador de gama media-alta por excelencia de Intel, 13700K que sigue siendo una compra inteligente hasta la llegada de los Ryzen serie 7000X3D. Este modelo eleva la cantidad de núcleos a 6 P-core y 8 E-core, al igual que el 12700K.
La versión 13600KF, sin gráficos integrados, es aún más atractiva. Además, su menor demanda de temperatura y consumo nos permite utilizar sistemas de refrigeración más económicos sin renunciar a la conectividad PCIe 5.0.
Continuamos con el Ryzen 7 7700X, un procesador con 8 núcleos y 16 hilos que ha demostrado ser de lo mejor en juegos. Puede alcanzar velocidades de hasta 5,4 GHz, y ajustando su TDP, podemos mejorar significativamente las temperaturas y el consumo sin sacrificar rendimiento.
Es el procesador Ryzen recomendado para aquellos que deseen disfrutar de sus juegos sin preocuparse por posibles cuellos de botella durante varios años.
[table id=20 /]Mejores procesadores gama media y gaming
En esta sección, presentamos algunos modelos de procesadores de gama media que se destacan por su excelente relación calidad-precio. Cuando hablamos de calidad, nos referimos al rendimiento, y en la actualidad, un procesador de este tipo debe tener al menos 6 núcleos físicos.
En este punto comenzamos a considerar juegos que requieren una potencia intermedia, ya que buscamos modelos con un rendimiento notablemente y solvencia en multitarea.
[table id=21 /]Mejor procesador gama media gaming 150€
En la categoría de gama media, encontramos varios modelos que se destacan por ofrecer una excelente relación calidad-precio. Es importante que una CPU de gama media tenga al menos 6 núcleos físicos y 12 hilos para brindar un rendimiento óptimo.
Estos modelos de gama media son ideales para aquellos que buscan un equilibrio entre rendimiento y precio. Al tener un número suficiente de núcleos, son capaces de manejar tareas multitarea y ejecutar juegos de manera fluida. Además, su relación calidad-precio los convierte en opciones atractivas para aquellos con un presupuesto limitado pero que aún desean un rendimiento sólido en sus sistemas.
[table id=23 /]Mejor APUS AMD Gaming
Las APUs (Unidades de Procesamiento Acelerado) de AMD, como el 5600G, 5700G, son procesadores que combinan tanto una CPU como una GPU integrada en un solo chip. Estas APUs ofrecen una solución completa para sistemas de bajo presupuesto y configuraciones compactas, ya que eliminan la necesidad de una tarjeta gráfica dedicada.
La serie 5000 de APUs de AMD, incluyendo el 5600G y el 5700G, se basa en la arquitectura Zen 3, lo que significa que ofrecen un rendimiento mejorado en comparación con las generaciones anteriores. Estos modelos cuentan con núcleos de CPU de alto rendimiento y una GPU Radeon Vega integrada, lo que los convierte en opciones atractivas para usuarios que desean disfrutar de juegos y contenido multimedia sin la necesidad de invertir en una tarjeta gráfica separada o que piensan hacerlo en un futuro.
Por otro lado, el 3400G pertenece a la serie 3000 de APUs de AMD, basada en la arquitectura Zen+. Aunque es una generación anterior, sigue siendo una opción popular para sistemas de nivel básico o para aquellos que buscan un equilibrio entre rendimiento y presupuesto ajustado. Con una CPU de cuatro núcleos y una GPU Radeon Vega, el 3400G brinda un rendimiento decente para aplicaciones diarias y juegos ligeros.
[table id=24 /]Mejores procesadores para ofimática baratos
La elección del procesador adecuado es crucial en la informática de oficina. Aquí destacamos el G6400, el i3 10100 y el i5 10400. El G6400 ofrece un rendimiento sólido y asequible para tareas básicas. El i3 10100 brinda un mayor rendimiento multitarea, ideal para trabajar con hojas de cálculo complejas. El i5 10400 es de gama media-alta y garantiza un rendimiento excepcional en tareas intensivas.
[table id=25 /]Conclusiones
La elección de la CPU correcta es de vital importancia al armar un PC, ya que afectará significativamente el rendimiento general del sistema. Es crucial considerar tanto el presupuesto como las necesidades específicas de rendimiento para seleccionar una CPU.
Al tener en cuenta el presupuesto, se puede encontrar una CPU que ofrezca un equilibrio óptimo entre rendimiento y coste. Es esencial evaluar las tareas que se realizarán con el PC, como tareas de ofimática, diseño gráfico, edición de video o juegos, y elegir una CPU que satisfaga las demandas de rendimiento requeridas.
Una CPU adecuada garantizará un funcionamiento fluido y eficiente del sistema, permitiendo realizar tareas de manera rápida y sin problemas. Además, elegir una CPU que se ajuste a las necesidades de rendimiento evita gastar innecesariamente en características y capacidades que no se aprovecharán al máximo.
En definitiva, al elegir una CPU, es esencial considerar el presupuesto y las necesidades de rendimiento específicas, buscando un equilibrio adecuado. Esto permitirá obtener un PC eficiente y rentable que cumpla con las demandas del usuario, ya sea en tareas de oficina, diseño, edición o juegos.