Criptomonedas

¿Qué son las Altcoins?

Las criptomonedas son monedas digitales que funcionan mediante la tecnología blockchain, que es un sistema de registro distribuido que garantiza la seguridad, la transparencia y la descentralización de las transacciones. El Bitcoin fue la primera criptomoneda que se creó en el 2009 y desde entonces ha dominado el mercado con su valor y su popularidad. Sin embargo, no es la única opción que existe. De hecho, hay miles de criptomonedas alternativas al Bitcoin que se conocen como altcoins.

Definición y origen de las altcoins

El término altcoin proviene de la combinación de las palabras “alternative” y “coin”, es decir, moneda alternativa. Se usa para referirse a cualquier criptomoneda que no sea el Bitcoin. Las altcoins surgieron como una respuesta a las limitaciones y los problemas que presentaba el Bitcoin, como su escasez, su lentitud, su consumo energético o su falta de innovación. Así, las altcoins buscan ofrecer soluciones más eficientes, rápidas, baratas, ecológicas o creativas que el Bitcoin.

Las primeras altcoins aparecieron en el 2011, solo dos años después del lanzamiento del Bitcoin. Algunas de las más antiguas son Namecoin, Litecoin y Peercoin. Desde entonces, el número de altcoins ha crecido exponencialmente, llegando a superar las 10.000 en el 2021. Algunas de las más famosas son Ethereum, Ripple, Cardano, Dogecoin o Binance Coin.

Ventajas y desventajas de las altcoins frente al Bitcoin

Las altcoins tienen sus ventajas y sus desventajas frente al Bitcoin. Por un lado, las altcoins pueden ofrecer características que el Bitcoin no tiene, como mayor velocidad, menor coste, mayor escalabilidad, mayor privacidad, mayor diversidad o mayor sostenibilidad. Por ejemplo, Ethereum permite crear contratos inteligentes y aplicaciones descentralizadas, Ripple facilita las transferencias internacionales, Cardano utiliza un protocolo de consenso más eficiente y ecológico, Monero garantiza el anonimato de las transacciones y Polkadot permite conectar diferentes blockchains.

Por otro lado, las altcoins también tienen sus riesgos y sus inconvenientes frente al Bitcoin. Por ejemplo, las altcoins suelen tener menor liquidez, menor seguridad, menor estabilidad, menor aceptación o menor reputación que el Bitcoin. Además, muchas altcoins son proyectos experimentales, especulativos o fraudulentos que pueden desaparecer o perder su valor rápidamente. Por eso, es importante investigar bien antes de invertir en una altcoin y no dejarse llevar por el hype o la publicidad.

Tipos y categorías de altcoins

Las altcoins se pueden clasificar en diferentes tipos y categorías según sus características, sus objetivos o sus funciones. Aunque no hay una clasificación oficial ni definitiva, se pueden distinguir algunos grupos principales:

  • Altcoins basadas en el código de Bitcoin: Son aquellas que utilizan el mismo protocolo o una variación del protocolo de Bitcoin, como Litecoin, Bitcoin Cash o Dash. Suelen tener similitudes con el Bitcoin, pero también algunas diferencias, como el algoritmo de minado, el tamaño del bloque o el tiempo de confirmación.
  • Altcoins basadas en Ethereum: Son aquellas que utilizan la plataforma de Ethereum para crear sus propios tokens, contratos inteligentes o aplicaciones descentralizadas, como Chainlink, Uniswap o Aave. Suelen aprovechar la versatilidad y la innovación de Ethereum, pero también dependen de su rendimiento y sus costes.
  • Altcoins de segunda capa: Son aquellas que se construyen sobre otra criptomoneda para mejorar su funcionamiento, como Lightning Network, que se basa en Bitcoin, o Polygon, que se basa en Ethereum. Suelen ofrecer soluciones de escalabilidad, velocidad o interoperabilidad, pero también pueden tener problemas de seguridad o compatibilidad.
  • Altcoins de generación propia: Son aquellas que tienen su propio protocolo, su propia blockchain y su propia moneda, como Cardano, Ripple o Stellar. Suelen tener características únicas y diferenciadoras, pero también pueden tener dificultades para integrarse o competir con otras criptomonedas.
  • Altcoins de utilidad: Son aquellas que tienen una función específica o un propósito concreto, como Filecoin, que permite almacenar archivos, o Decentraland, que permite crear mundos virtuales. Suelen tener un valor asociado a su uso o a su demanda, pero también pueden tener una oferta limitada o una competencia fuerte.
  • Altcoins de gobernabilidad: Son aquellas que permiten a sus usuarios participar en la toma de decisiones o en el desarrollo del proyecto, como Maker, que permite crear monedas estables, o Aragon, que permite crear organizaciones autónomas. Suelen tener un modelo democrático y transparente, pero también pueden tener problemas de coordinación o de consenso.
  • Altcoins de meme: Son aquellas que se basan en un meme, una broma o una tendencia, como Dogecoin, que se inspira en un perro, o Shiba Inu, que se inspira en Dogecoin. Suelen tener un valor impulsado por la popularidad o el humor, pero también pueden tener una calidad baja o una volatilidad alta.

¿Cuáles son las mejores altcoins para invertir en 2023?

Invertir en altcoins puede ser una forma de diversificar tu cartera, aprovechar las oportunidades del mercado y obtener beneficios a largo plazo. Sin embargo, también implica un riesgo elevado, ya que las altcoins son muy volátiles, impredecibles y competitivas. Por eso, es importante elegir bien qué altcoins comprar y cuándo hacerlo. A continuación, te damos algunos criterios para elegir una buena altcoin y te mostramos algunas de las más populares y prometedoras para el 2023.

Criterios para elegir una buena altcoin

No hay una fórmula mágica para elegir una buena altcoin, pero sí hay algunos factores que puedes tener en cuenta a la hora de analizar y comparar las diferentes opciones. Estos son algunos de los criterios más importantes:

  • El proyecto: Es el aspecto más fundamental de una altcoin. Debes investigar qué propósito tiene, qué problema resuelve, qué innovación aporta, qué equipo está detrás, qué comunidad tiene, qué roadmap sigue y qué alianzas tiene. Una buena altcoin debe tener un proyecto sólido, original, útil y viable.
  • El precio: Es el aspecto más visible de una altcoin. Debes observar cómo ha evolucionado el precio, qué factores lo influyen, qué tendencia tiene, qué resistencias y soportes tiene y qué expectativas hay. Una buena altcoin debe tener un precio razonable, estable, con potencial de crecimiento y acorde a su valor real.
  • La capitalización: Es el aspecto más representativo de una altcoin. Debes calcular el valor total de la altcoin multiplicando el precio por el número de monedas en circulación. Una buena altcoin debe tener una capitalización alta, que refleje su importancia en el mercado, su liquidez y su seguridad.
  • La oferta: Es el aspecto más limitante de una altcoin. Debes conocer el número máximo de monedas que se pueden crear, el número de monedas que ya se han emitido, el método de emisión y la velocidad de emisión. Una buena altcoin debe tener una oferta controlada, que garantice su escasez, su demanda y su sostenibilidad.
  • La tecnología: Es el aspecto más diferenciador de una altcoin. Debes entender cómo funciona la altcoin, qué protocolo usa, qué algoritmo tiene, qué características tiene, qué ventajas tiene y qué desventajas tiene. Una buena altcoin debe tener una tecnología avanzada, eficiente, segura y adaptable.

Top 5 de las altcoins más populares y prometedoras

Según estos criterios, estas son algunas de las altcoins que consideramos más populares y prometedoras para el 2023:

  • Ethereum (ETH): Es la segunda criptomoneda más importante después del Bitcoin, tanto por su capitalización como por su influencia. Se trata de una plataforma que permite crear contratos inteligentes y aplicaciones descentralizadas, lo que le da una gran versatilidad y potencial. Además, está en proceso de migrar a una versión más rápida, barata y ecológica, llamada Ethereum 2.0, que podría impulsar su valor aún más.
  • Cardano (ADA): Es una de las criptomonedas más innovadoras y ambiciosas del mercado. Se trata de una plataforma que busca ser más escalable, sostenible y democrática que el Bitcoin y el Ethereum, mediante un protocolo de consenso llamado Ouroboros, que es más eficiente y ecológico que la prueba de trabajo. Además, tiene una gran comunidad de desarrolladores y académicos que respaldan su proyecto.
  • Binance Coin (BNB): Es la criptomoneda nativa de Binance, el mayor y más popular intercambio de criptomonedas del mundo. Se trata de una moneda que se puede usar para pagar comisiones, acceder a servicios o participar en ofertas dentro de la plataforma de Binance, lo que le da una gran utilidad y demanda. Además, forma parte de Binance Smart Chain, una red paralela a Ethereum que permite crear contratos inteligentes y aplicaciones descentralizadas con mayor velocidad y menor coste.
  • Polkadot (DOT): Es una de las criptomonedas más novedosas y disruptivas del mercado. Se trata de una red que permite conectar diferentes blockchains entre sí, creando un ecosistema interoperable, escalable y diverso. Además, tiene un sistema de gobernabilidad que permite a sus usuarios decidir sobre el desarrollo y la evolución del proyecto, lo que le da una gran transparencia y democracia.
  • Solana (SOL): Es una de las criptomonedas más rápidas y baratas del mercado. Se trata de una plataforma que permite crear contratos inteligentes y aplicaciones descentralizadas con una capacidad de procesar más de 50.000 transacciones por segundo y un coste de menos de un centavo por transacción. Además, tiene una arquitectura innovadora que combina diferentes mecanismos de consenso, como la prueba de historia, la prueba de participación o la torre del reloj, lo que le da una gran seguridad y eficiencia.

José Antonio

Entusiasta digital, explorador de bytes y devorador de códigos. Achonauta que navega el ciberespacio en busca de la última frontera tecnológica

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